La nefrectomía laparoscópica y robótica son técnicas de mínima invasión empleadas para tratar afecciones del riñón, pero cada una tiene características particulares.
En este post te comparto información detallada sobre ambos procedimientos, sus beneficios, tiempos de recuperación y recomendaciones clínicas basadas en evidencia científica actual.
¿Qué es una nefrectomía y cuándo se indica?
La nefrectomía es una cirugía que consiste en extirpar el riñón, y puede ser necesaria en los siguientes casos:
- Malformaciones congénitas.
- Infecciones crónicas del riñón.
- Donación de riñón para trasplante.
- Presencia de tumores renales (malignos o benignos).
- Daño renal irreversible que compromete la salud general.
Según la extensión de la operación, puede clasificarse como:
- Nefrectomía total: se extirpa todo el riñón afectado.
- Nefrectomía parcial: se conserva una parte del riñón sano, retirando solo el tejido dañado.
El enfoque quirúrgico puede ser abierto, laparoscópico o robótico, y la elección dependerá del diagnóstico, la anatomía del paciente y la experiencia del equipo médico.
¿Qué es la cirugía laparoscópica?
La nefrectomía laparoscópica es una técnica de mínima invasión en la que se realizan pequeñas incisiones en el abdomen para introducir una cámara y herramientas quirúrgicas.
Durante la intervención, se manipulan instrumentos mientras se observa el procedimiento en una pantalla en dos dimensiones.
Ventajas
- Dolor postoperatorio moderado.
- Resultados estéticos favorables.
- Menor tiempo de hospitalización (2 a 3 días).
- Menor pérdida de sangre durante la intervención.
- Incisiones pequeñas que reducen el trauma quirúrgico.
- Recuperación más rápida en comparación con la cirugía abierta.
Limitaciones
- Visión en 2D que no permite profundidad real.
- Movilidad limitada de los instrumentos quirúrgicos.
- Menor precisión para realizar movimientos complicados.
- Mayor dificultad para preservar estructuras vasculares o nerviosas en tumores complejos.
Aunque estas limitaciones existen, la laparoscopia sigue siendo una técnica eficaz, con resultados clínicos comparables a los de la cirugía abierta en muchos casos.
Nefrectomía asistida por robot

La nefrectomía robótica también es de mínima invasión, pero a diferencia de la laparoscopia tradicional, utiliza un sistema robótico que el cirujano controla desde una consola.
Este sistema (como el Da Vinci o el Hugo RAS) reproduce con precisión los movimientos del cirujano, amplificándolos y filtrando el temblor natural de la mano.
Ventajas
- Alta precisión quirúrgica.
- Visualización tridimensional en alta definición.
- Mayor maniobrabilidad con instrumentos articulados.
- Recuperación más rápida y con menos molestias postoperatorias.
- Mayor seguridad en tumores difíciles o en áreas anatómicas complejas.
- Mejor preservación de estructuras delicadas como vasos, uréteres o nervios.
- Reducción del riesgo de complicaciones, como sangrados, infecciones, fístulas.
Este enfoque ofrece importantes beneficios en procedimientos exigentes, como la nefrectomía parcial de tumores centrales o cercanos al hilio renal (donde se concentran los vasos sanguíneos del riñón).
Comparativa técnica: laparoscópica y robótica
A continuación, se muestra una tabla comparativa de los principales aspectos de cada técnica quirúrgica:
Característica | Laparoscópica | Robótica |
---|---|---|
Tipo de incisión | Pequeña (0.5-1 cm) | Pequeña (0.5-1 cm) |
Invasividad | Mínima | Mínima |
Visión del cirujano | 2D | 3D en alta definición |
Precisión quirúrgica | Moderada | Alta |
Dolor postoperatorio | Moderado | Bajo |
Tiempo de recuperación
(semanas) | 2–3 | 1–2 |
Estancia hospitalaria (días) | 2–3 | 1–2 |
Pérdida de sangre intraoperatoria | Baja | Muy baja |
Riesgo de complicaciones | Menor | Menor |
Acceso a zonas anatómicas complejas | Moderado | Óptimo |
¿Cuál es la mejor opción quirúrgica?
No hay una técnica mejor que otra. La elección depende del caso clínico específico, las características del tumor y la experiencia del equipo médico.
La opción laparoscópica se prefiere en casos de:
- Hospitales sin acceso a sistema robótico.
- Pacientes sin comorbilidades importantes.
- Tumores pequeños en zonas accesibles del riñón.
- Nefrectomía total sin reconstrucción vascular o urinaria.
La modalidad robótica se indica sobre todo en los siguientes escenarios:
- Tumores grandes o complejos.
- Cirugía parcial en zonas difíciles (hilio, polo superior o inferior).
- Pacientes con anatomía alterada o con cirugías abdominales previas.
- Personas con obesidad o enfermedades que dificultan la laparoscopia tradicional.
La operación guiada por robot es superior en casos difíciles, lo que permite mayor precisión y menor riesgo de complicaciones, en especial en procedimientos de conservación renal.
¿Cómo es la recuperación tras una nefrectomía robótica?
La recuperación postoperatoria puede variar según el tipo de intervención que se realizó (nefrectomía total o parcial) y de la condición general del paciente.
Sin embargo, los tiempos son menores comparados con la cirugía abierta. El tiempo de hospitalización suele ser entre 24 y 48 horas, el dolor postoperatorio es leve, por ese motivo se indican analgésicos comunes.
El retiro de puntos es entre 7 y 10 días, y por lo general, los pacientes regresan a las actividades laborales livianas entre 10 y 15 días, teniendo en cuenta que se recomienda evitar la actividad física intensa durante el primer mes.
La mayoría de las personas reportan una experiencia menos traumática y un retorno más rápido a sus actividades habituales.
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